DANIEL HIGGINS

Ésta es una rara oportunidad de ver una profunda y refrescantmente distinta perspectiva de la relación entre Occidente y el Tercer Mundo en el contexto de la guerra. A pesar de que hay revelaciones que sin duda incomodaran hasta a los más de izquierdas, cualquier disconfort sólo puede ser signo de una conciencia en funcionamiento, y constituye una saludable, aunque no necesariament agradable, respuesta al poderoso contenido de la obra.