EL SABOR DE LAS CENIZAS

En la línea de la aclamada La piel en llamas, el mundo occidental vuelve a colisionar con Oriente en una explosión de sentimientos que cambia la vida de sus personajes para siempre, a la vez que ofrece una ambiciosa reflexión sobre la política, la religión, las creencias, la fe, el amor y, en definitiva, el sabor que queremos que tenga nuestro futuro individual y colectivo.

 

Dicen que nunca sabrás con certeza si un fruto es dulce o amargo hasta que no te lo hayas puesto en la boca. Lo mismo ocurre con el sabor de las cenizas que los personajes de esta obra de Guillem Clua se ven obligados a saborear. En Jerusalén, en una tierra que ha visto nacer religiones ancestrales, guerras eternas y mitos milenarios, tres turistas estadounidenses se enfrentan al peso de la historia y al de sus propios fantasmas mientras dos jóvenes palestinos llevan a cabo un plan secreto para dar sentido a una vida inmersa en la miseria y la opresión.

A medida que avanza la historia, el espectador se va creando nuevas preguntas. ¿Intenta la joven palestina provocar un acto terrorista en el hotel donde se alojan los turistas? ¿Tiene prontos racistas el marido de la pareja neoyorquina o simplemente es un experto en cócteles? ¿Existe realmente el taller del artesano que provee al joven vendedor ambulante o las piezas que ofrece son fruto de robos? ¿La influencia de la fuerza de Jerusalén romperá la relación de la pareja occidental? ¿El joven exalcohólico se emparejará con la mujer casada antes de que los dos neoyorquinos huyan hacia el Mar Muerto? ¿Es más potente la fuerza de la cuna de la cultura de hace dos mil años que una fallida inseminación artificial durante cinco años?

La trama tiene un personaje ausente: el padre de la pareja neoyorquina, ya viejo, que acusa el hecho de que ella es hija única y que la incordia a base de inoportunas llamadas. Es a través de estas conversaciones (o monólogos) en distintos puntos del planeta que la mujer protagonista encontrará la clave de su particular milagro de Tierra Santa. El sabor de las cenizas se presentó en el Repertorio Español de Manhattan (Nueva York) en 2006 y no contó con una producción en Catalunya hasta 2012.

'EL SABOR DE LAS CENIZAS' SE PRESENTÓ EN EL SPANISH REPERTOIR THEATRE (NUEVA YORK, EE.UU.) EL 6 DE DICIEMBRE DE 2006, PERO NO SE ESTRENÓ EN ESPAÑA (SALA MUNTANER, BARCELONA) HASTA ABRIL DE 2014

CRÍTICAS

Los tres turistas son una metáfora del personaje occidental, más allá de las particularidades como norteamericanos. Y a juzgar por la reacción del público americano, Clua ha sabido captar la compleja personalidad de los neoyorquinos. Así se lo hizo saber el público presente en la sala que, una vez terminada la obra, participó en un debate con el autor. (Crónica del estreno neoyorquino)

LARA BONILLA

LARA BONILLA

Avui

El autor introduce en la pieza temas religiosos, sentimentales, políticos e incluso históricos, demostrando una gran eficacia en la elección de las frases que sitúan los conflictos, exhibiendo habilidad para introducir chispas de humor y, cuando toca, poniendo sobre las palabras una poética cautivadora. Clua es contundente en la definición de los personajes. Preciso en los diálogos, en los que nada sobra. Y brillante en la manera de cerrar la obra.

SANTI FONDEVILA

SANTI FONDEVILA

Diari Ara

Intuimos en el autor una gran preocupación por construir un texto de factura clásica, bien escrito y dirigido a un público amplio. Por ejemplo, se detecta un gran dominio de los mecanismos retóricos fundamentales, sobre todo en el uso del malentendido (tanto internamente —entre los personajes— como externamente —en el sistema de presuposiciones que organiza el espectador). Resultado: la obra consigue distribuir la tensión de manera solvente, sin vacilaciones, algo poco frecuente en las propuestas de la dramaturgia catalana reciente.

CARLES BATLLE

CARLES BATLLE

Revista Pausa

¡Espléndido texto de Guillem Clua en la Sala Muntaner! Una historia bien tramada, magníficamente dialogada, con chispas de ironía que iluminan el sabor amargo del relato, un ritmo picado y una explosión final cargada de sentido. La obra tiene la virtud de tratar un tema espinoso, la difícil situación palestina en Israel, contrastada con la incomprensión occidental encarnada en unos turistas estadounidenses, y aliñada con una historia de amor a tres bandas y un azaroso acto terrorista. Clua lo toca todo con agudez, sensibilidad, acierto y algo de humor. ¡Un regalo!

FRANCESC MASSIP

FRANCESC MASSIP

El Punt / Avui