CRÍTICAS
Los tres turistas son una metáfora del personaje occidental, más allá de las particularidades como norteamericanos. Y a juzgar por la reacción del público americano, Clua ha sabido captar la compleja personalidad de los neoyorquinos. Así se lo hizo saber el público presente en la sala que, una vez terminada la obra, participó en un debate con el autor. (Crónica del estreno neoyorquino)

LARA BONILLA
AvuiEl autor introduce en la pieza temas religiosos, sentimentales, políticos e incluso históricos, demostrando una gran eficacia en la elección de las frases que sitúan los conflictos, exhibiendo habilidad para introducir chispas de humor y, cuando toca, poniendo sobre las palabras una poética cautivadora. Clua es contundente en la definición de los personajes. Preciso en los diálogos, en los que nada sobra. Y brillante en la manera de cerrar la obra.

SANTI FONDEVILA
Diari AraIntuimos en el autor una gran preocupación por construir un texto de factura clásica, bien escrito y dirigido a un público amplio. Por ejemplo, se detecta un gran dominio de los mecanismos retóricos fundamentales, sobre todo en el uso del malentendido (tanto internamente —entre los personajes— como externamente —en el sistema de presuposiciones que organiza el espectador). Resultado: la obra consigue distribuir la tensión de manera solvente, sin vacilaciones, algo poco frecuente en las propuestas de la dramaturgia catalana reciente.

CARLES BATLLE
Revista Pausa¡Espléndido texto de Guillem Clua en la Sala Muntaner! Una historia bien tramada, magníficamente dialogada, con chispas de ironía que iluminan el sabor amargo del relato, un ritmo picado y una explosión final cargada de sentido. La obra tiene la virtud de tratar un tema espinoso, la difícil situación palestina en Israel, contrastada con la incomprensión occidental encarnada en unos turistas estadounidenses, y aliñada con una historia de amor a tres bandas y un azaroso acto terrorista. Clua lo toca todo con agudez, sensibilidad, acierto y algo de humor. ¡Un regalo!
