CRÍTICAS
De soslayo porque en la obra no hay ni una sola cita explícita sobre el país donde se sitúa la historia narrada, es reconocible la inspiración, porque el argumento gira en torno a los protagonistas de una fotografía y es claro y acertado el referente de la famosa imagen captada por el fotógrafo vietnamita Nick Ut durante una explosión de napalm, con una niña con la piel quemada que, desnuda, corre despavorida.

BELÉN GINART
El PaísÉsta es una rara oportunidad de ver una profunda y refrescantmente distinta perspectiva de la relación entre Occidente y el Tercer Mundo en el contexto de la guerra. A pesar de que hay revelaciones que sin duda incomodaran hasta a los más de izquierdas, cualquier disconfort sólo puede ser signo de una conciencia en funcionamiento, y constituye una saludable, aunque no necesariament agradable, respuesta al poderoso contenido de la obra.

DANIEL HIGGINS
KDHX Theatre ReviewCualquier espectador de Skin in Flames debería vestir ropa de amianto. Este intenso drama de Guillem Clua enciende una llamarada teatral de suspense y sorpresas que chamuscan la imaginación. (Crítica de la producción de St. Louis, EE.UU.)

JILL RITTER
River Front TimesEn la ambiciosa estructura del relato dramático, en la ambigüedad de ciertos datos, en el crescendo intrigante de la historia, hay muchas horas de reflexión que suplen la corta experiencia en el oficio.

JOAN-ANTON BENACH
La VanguardiaLa obra tiene una estructura muy equilibrada y medida en el ámbito de dos parejas interrelacionadas de dominador y dominada, ambas en tiempo sincrónico. Sus diálogos son secos y despiadados a la vez que dramáticos.

Mª JOSÉ RAGUE ARIAS
El MundoSkin in Flames nos proporciona una dura pero enriquecedora velada teatral. Nos obliga a reflexionar profundamente sobre los motivos de las intervenciones humanitarias, sobre el poder el fotoperiodismo y sobre cómo las imágenes pueden desarrollar una vida propia que trasciende la intención por la que fueron tomadas. (Crítica sobre la producción londinense)
