SMILEY, DESPRÉS DE L'AMOR
Ocho años después del estreno de Smiley, la comedia revelación de la temporada 2012/13 en Barcelona, sus protagonistas vuelven en esta segunda parte. Los inolvidables Álex y Bruno se encuentran de nuevo con el público para contarles qué ha sido de ellos en todo este tiempo y enfrentarse a problemas más maduros y profundos, pero igual de divertidos que en la obra original, hasta el punto de convertir la nueva producción en un éxito instantáneo y hacer olvidar eso de que "segundas partes nunca fueron buenas."
Hace ocho años Guillem Clua estrenó Smiley, Una història d’amor, una comedia que pasó exitosamente por tres escenarios barceloneses, fue luego a Madrid y, debidamente traducida, se ha representado en diversos países europeos y americanos, incluida la ciudad de Nueva York. La obra se convirtió en su día en todo un fenómeno, consiguiendo trasladar al mainstream una comedia romántica protagonizada por dos hombres, con final feliz y beso de película.
El autor explica que aquel éxito constituyó toda una tentación que invitaba a reponer la obra de nuevo, pero se planteó la duda de hasta qué punto una relación sentimental, por muy teatral que sea, debe quedar anclada en momento concreto. Todas las relaciones humanas, y muy en particular las de pareja, evolucionan por el efecto de la convivencia, que no siempre constituye una experiencia positiva. ¿Qué habría sido de esa pareja tanto tiempo después? ¿Estarían juntos? ¿Habrían logrado superar sus profundas diferencias para establecer una pareja duradera? ¿O no habrían durado ni dos días una vez apagados los fuegos artificales? ¿Serían monógamos o pareja abierta? ¿Felices o infelices?
Smiley, Després de l'amor da respuesta a todas esas preguntas y más. Han cambiado muchas cosas desde entonces. Barcelona ya no es la misma, los espectadores han evolucionado y nosotros también. Todos nos hemos hecho más viejos, empezando por los propios personajes. Si Àlex y Bruno tenían que volver a los escenarios, lo tenían que hacer para hablar otros temas: la crisis de los cuarenta, la paternidad, el matrimonio, el final de la juventud y la pérdida de la inocencia. Tenían que protagonizar una obra nueva, escrita y concebida para el año 2020. Y lo tenían que hacer de la mano de sus creadores originales: Guillem Clua (texto y dirección), Ramon Pujol (Àlex) y Albert Triola (Bruno). Los tres, con la complicidad de La Brutal, han unido fuerzas para producir juntos un nuevo espectáculo que, a pesar de las restricciones por la pandemia de la covid-19, cosechó el éxito del público y la aprobación unánime de la crítica desde el primer día. Algunos incluso afirman que esta obra supera en calidad a su predecesora.