MARBURG

Marburg es una obra épica, ambiciosa y compacta que nos hace viajar por todo el planeta en una estructura laberíntica, sorprendente y cautivadora mientras nos plantea dilemas éticos sobre el poder, la enfermedad, el instinto de supervivencia y la atracción de la muerte; una mirada inteligente sobre algunas de las luces y las sombras del siglo XX y los miedos y las esperanzas en la entrada al nuevo milenio. Este texto se estrenó en el Teatre Nacional de Catalunya en 2010 y ha sido traducido a varias lenguas.

 

En agosto de 1967 un virus desconocido por la humanidad se desató en la pintoresca localidad alemana de Marburg y causó la muerte de 23 personas de manera fulminante. Desde entonces, el nombre de esta población ha quedado asociado para siempre a sus terribles síntomas. Este hecho histórico es el detonante de las cuatro historias que conforman la obra, situadas todas ellas en cuatro puntos geográficos que comparten el mismo nombre: Marburg.

Del Marburg alemán, en un salto temporal de 14 años, nos trasladamos a la Pensilvania de 1981, el día que Ronald Reagan sufre un intento de asesinato por parte de John Hinckley, y que una familia burguesa conservadora pierde a su único hijo. Vemos el Marburg sudafricano la Nochevieja de 1999, a punto de cambiar el milenio, en una pequeña capilla donde tiene lugar un supuesto milagro. Y finalmente llegamos a la actualidad pasando por Australia, donde el encuentro de dos hombres en una estación meteorológica cambiará sus vidas para siempre.

El concepto de la enfermedad, presente en todos estos lugares, impregna los temas de la obra más ambiciosa de Guillem Clua hasta el momento. Marburg reflexiona sobre cómo las enfermedades han definido una época determinada en nuestro imaginario colectivo; cómo han cambiado nuestra manera de ver la vida, nuestro entorno, y el futuro; cómo reaccionamos cuando nos vemos amenazados, cuando nuestro sistema de vida se hunde por culpa de un elemento externo (a veces microscópico como un virus) o cuando estamos a punto de desaparecer como sociedad. Marburg habla, en definitiva, del miedo a morir, y de cómo este miedo ha tenido diferentes caras, y diferentes nombres, a través de los años. Marburg ha sido definida de manera unánime como una obra de grandes dimensiones (la puesta en escena puede llegar fácilmente a las tres horas), ambiciosa y compacta.

Historial de producciones: Barcelona, España (Teatre Nacional de Catalunya, 2010); Caracas, Venezuela (Teatro Humboldt, 2013). Lecturas dramatizadas: Roma, Italia (Teatro Argentino, 2013); Nueva York, EE.UU. (Repertorio Español, 2013); Nueva York , EE.UU. (New York Theater Workshop, 2014); Le Havre, Francia (Festival Terres de Paroles, 2018).

'MARBURG' SE ESTRENÓ EN EL TEATRE NACIONAL DE CATALUNYA (BARCELONA) EL 19 DE MAYO DE 2010. LA ACTRIZ VICKY PEÑA OBTUVO UN PREMIO MAX POR SU PAPEL PROTAGONISTA AL AÑO SIGUIENTE

CRÍTICAS

Clua nos demuestra que es posible un teatro de nueva autoría alejado de clichés y componendas, beligerante con la superficialidad, ajeno a la atrofia de los sentimientos, sin sermoneos ni torpes exaltaciones a la superchería política. Un teatro creíble, físico, sobre el ser humano y sus laberintos… Marburg es inolvidable.

A.J. NAVARRO

A.J. NAVARRO

Guía del Ocio

La estructura y los efectos utilizados funcionan muy bien, son de una astucia brillante que reportan un conjunto fabuloso, interesante y sólido. (…) ¡No se la dejen perder, si lo que desean es un mosaico de vida pleno de intención, inteligencia y buenas maneras que les hará recuperar la fe perdida, la del teatro, quiero decir!”

JOAQUIM ARMENGOL

JOAQUIM ARMENGOL

El Punt

Atención a Guillem Clua y a Marburg: un dramaturgo a seguir y una obra de ambición infrecuente, rebosante de ideas y talento, con la que el TNC acaba de apuntarse otro buen tanto.

MARCOS ORDÓÑEZ

MARCOS ORDÓÑEZ

Puro Teatro, Babelia

Excelentes y de una gran intensidad dramática son las cuatro historias que se ofrecen en otros tantos espacios dispuestos longitudinalmente por la espléndida escenografía de Rafel Lladó. El planteamiento de los cuatro episodios de Marburg basta para acreditar el inteligente olfato teatral del autor.

JOAN ANTON BENACH

JOAN ANTON BENACH

La Vanguardia

Finalmente se concreta en la dramaturgia catalana un fresco contemporáneo de vocación universal. Con Marburg Guillem Clua, después de deslumbrarnos con La piel en llamas (2005), consolida su trayectoria.

FRANCESC MASSIP

FRANCESC MASSIP

Avui

Ambición sin fronteras. (…) Al autor no le tiembla el pulso al abordar nuestra relación con la enfermedad y la muerte.

CÉSAR LÓPEZ ROSELL

CÉSAR LÓPEZ ROSELL

El Periódico de Catalunya