Smiley, una historia de amor ya ha sido a traducida a varias lenguas y cuenta con nuevas producciones dentro y fuera de España. La primera arrancó la temporada en la Sala Ladrón de Bicicletas de Santiago de Chile el pasado mes de marzo, dirigida por Miriam González Tamayo. Tras unos meses en cartel, la versión chilena se vio envuelta en polémica después de que el Festival de Teatro Universidad de Concepción amenazase con retirar la obra de su programación al tratarse de una historia de amor homosexual. La inmediata reacción de diversas asociaciones LGBT y del sindicato de actores del país impidieron la censura y Smiley se pudo representar con normalidad.
La segunda producción del texto se estrenó el 5 de septiembre en el Teatro Lara de Madrid. Dirigida de nuevo por Guillem Clua, vuelve a contar con Ramon Pujol en el papel de Álex (que ya interpretó en Barcelona). En esta ocasión, Aitor Merino encarna a Bruno, sustituyendo a Albert Triola. La obra está en cartel hasta noviembre, antes de trasladarse al Teatro Maravillas debido al gran éxito de público.